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Inversión Extranjera Directa

La Inversión Extranjera Directa es la colocación de capital por parte de un inversor directo desde otro país con el fin de crear un vínculo duradero de índole económica.

 

¿Qué es la Inversión Extranjera Directa?

La Inversión Extranjera Directa (IED) es la que persigue establecer una alianza con fines empresariales a largo plazo, por parte de una persona natural o de una persona jurídica en el país receptor.

Se considera a la IED un factor de suma relevancia en términos de la productividad, así como un pilar de cooperación entre economías mundiales. A través de ella se crean vínculos económicos que fomentan el desarrollo de los países, además del aprendizaje de nuevas formas de negocio.

Al mismo tiempo, los inversores resultan beneficiados al recibir ciertos estímulos fiscales, un coste menor de operación, subsidios y el crecimiento de la cota del mercado.

 

Objetivo de la Inversión Extranjera Directa

Este tipo de inversión proveniente del exterior refleja el propósito del inversionista para alcanzar fines empresariales estables. En un nivel macroeconómico, esto refleja a su vez el atractivo que representa un país en el exterior por sus diferentes ventajas competitivas y el nivel de certidumbre que sienten las empresas extranjeras para instalarse o hacer negocios en él.

Como consecuencia de esta inversión, se alcanzan otros objetivos secundarios, como el mayor grado de productividad, transferencia de nuevas tecnologías y desarrollo económico de la nación receptora.

 

Tipos de IED

La Inversión Extranjera Directa se considera como tal cuando se trata de:

 

Beneficios de la Inversión Extranjera Directa

La IED da como resultado diversos fenómenos de impacto positivo como son:

 

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