Clasificación arancelaria
La Clasificación arancelaria es el proceso de designar el código arancelario a las mercancías sujetas al Comercio Exterior para su despacho en aduana.
¿Qué es la Clasificación arancelaria?
La Clasificación arancelaria es la asignación de la clave numérica necesaria para registrar la naturaleza de los bienes y productos que se importan y exportar, de manera que sea posible identificarlas de una manera rápida y precisa en las revisiones aduanales.
Además, este código arancelario permite la gestión de los trámites necesarios para emitir los documentos correspondientes, como la factura comercial, el Pedimento de Importación o Exportación, el Pedimento de Tránsito para Transbordo y el Certificado de Origen.
Sobre todo, es de utilidad para establecer los distintos pagos: el de Arancel Aduanero, de Cuotas Compensatorias, de Restricciones o Regulaciones No Arancelarias y los respectivos impuestos de Importación (IGI) o Exportación (IGE).
La Clasificación arancelaria en México
La Clasificación arancelaria en México se lleva a cabo según los lineamientos de la Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación (LIGIE):
- Los 2 primeros números ubican el capítulo al que pertenecen las mercancías en el Sistema Armonizado de Designación y Codificación de Mercancías.
- Los números 3 y 4 son para la partida arancelaria; es decir, un animal vivo tendrá una partida diferente a un artículo de cerámica.
- Los dígitos 5 y 6 son para conocer la subpartida arancelaria.
- Los últimos dos dígitos se aplican de forma local en México.
Aplicación del Sistema Armonizado en México
México utiliza este sistema desde 1988, cuando se adhirió a la OMA y adoptó la nomenclatura dentro de sus respectivas Leyes de Impuestos Generales de Importación y Exportación, unificadas en 2002 en la Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación (LIGIE).
Tras entrar en vigor la nueva versión de la LIGIE el 1 de julio de 2020, la Secretaría de Economía quedó facultada para adoptar nuevas clasificaciones arancelarias, mediante la adición de Números de Identificación Comercial (NICO) a las fracciones arancelarias.
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